jueves, 29 de marzo de 2012

DOMINGO 1 DE ABRIL


SALIDA A LAS 08:30 H (82 KM)

- Herencia
- Sevillana
- Cuatro Caminos
- Valle la Galana
- Molinos Puerto
- Sevillana
- Herencia



SALIDA A LAS 06:00H (131 KM)

- Sevillana
- Molinos del Puerto por sendero
- Lateral de D. Luís
- Tuerto
- Capitana
- Colmenares
- Cenicero
- Cuatro caminos
- Valle la Galana
- Cuatro caminos
- Cenicero
- Colmenares
- Capitana
- Tuerto
- Lateral de D. Luís
- Molinos del Puerto
- Sevillana
- Herencia
- Molinos de Herencia

domingo, 25 de marzo de 2012

CUARTA PRUEBA DEL OPEN

 Ruta dura y completa, lo único que el tramo controlado lo hubiera dejado también libre, pero en conjunto una señora ruta, destacaría el final, y se quejan de la subida de los molinos de Herencia, prefiero subir los nuestros dos veces, una pasada, y como colofon hoy hemos pillado podio, nuestro compañero Bikher queda tercero de su categoría, y recibe un trofeo de un molino que es muy guapo, bueno una mas del Open a las espaldas y ahora a esperar la clasificación.  

jueves, 22 de marzo de 2012

SALIDA OFICIAL: A las 08:30h en la Plaza de España

- Herencia
- Sevillana
- Camino de Valdehierro
- Casa Pía
- Camino de valdezarza
- Lateral de Don Luís
- Camino de Don luís
- Puerto Lápice
- Sevillana
- Herencia

PARA LOS DEL OPEN: (a las 08:00h en la Plaza de España)

- Prueba de Fuente el Fresno


SALIDA LIBRE: a las 08:00h en la Plaza de España

- Recorrido sorpresa de 48km

martes, 20 de marzo de 2012

LOS 94 KM DE LA RUTA DE LOS MOLINOS

De vez en cuando, cambiar de hábitos viene muy bien. Dejar a un lado nuestros inusitados lares y cambiar de morada, creo que hasta nos alenta y arraiga nuestro deseo de seguir sentados en estas tristes monturas. Toda cabra agradece cambiar de pasto de vez en cuando. Y es que, cuando uno se va “acostumbrando” a hacer rutas de más de 100 km por la misma zona, es lógico en cierta forma que se transcurra casi por los mismos sitios un fin de semana tras otro. Lo malo de esto es que, el día que haciendo uso de nuestra modestia, nos metamos en el cuerpo un aperitivo de 50 km nos va a saber a coitus interruptus; esto no es bueno, ya lo sé, pero a quien no le gusta estar durante 6 – 7 horas o más… disfrutando y haciendo lo que te da la gana. Mira Forrest Gump. Empezó a correr en un extremo del país y no paró hasta que llegó al otro. Bueno, tampoco es eso…cada cosa en su medida, sí, pero cuanto mayor sea la medida, lo mismo hasta se agradece más, jajaja.


07:30h, pleno día, arranque en frío y atuendo primaveral. Así iniciábamos la marcha en una frígida mañana en la que casi había que pedir clemencia a las nubes para que liberaran al Sol y podernos atemperar un poco.

Elegimos seguir el trazado de la carretera---dirección Villafranca, para que con un ritmo más homogéneo, nos permitiera una puesta a punto más fina (eso iba a durar poco). En apenas nada, deambulábamos ya por las calles del toledano pueblo y mira por dónde, nos topamos de frente con nuestro compañero Mc.Cain y familia. Hacemos una breve parada para saludarlo y rápidamente nos ponemos en ruta.

Nuestra primera chincheta en el mapa son los molinos eólicos de Madridejos, pero hasta allí aún faltan 24 km, de los cuales buena parte Luismi y Magnocola los trituran a un ritmo fulgurante. Sus bikes usan gasolina y la mía diesel, no puedo, aunque lo intento y lo consigo, pero mi motor se resiente, necesito más para calentar, todavía no estoy a punto, los isquiotibiales me dan un aviso, sí o sí, de que tengo que relajar el ritmo. Cikitraka y Ángel Antonio vienen a mi zaga y también agradecen la bajada de intensidad en la escala velocípeda.

Llegando a los pies de la Cabeza del Conde, levantamos un poco el pie del pedal, hay que coger aire e iniciar el ascenso. Es un firme en su primera parte asfalto, que te permite pedalear levantado, pero el último tramo es grava suelta y, aquí si que no puedes levantar el culín del asiento, el desarrollo es corto, la rueda delantera flota y tienes que manejar el manillar sin movimientos demasiado bruscos para evitar que en algún desaire puedas besar el suelo.

Estos máquinas me han dejado el último, están fuertes, pero ya no me sacan tanto, lo importante es la moral y eso, aunque aparcado todavía, está intacto. Estoy cansado, el guerrero necesita un merecido descanso, mi rendimiento en las últimas semanas si lo medimos por horas o por kilómetros da unas cifras de espanto, mis fibras tienen que asumir la lección aprendida antes que se les olvide, pero…..aún no.

Llego arriba en un esfuerzo controlado y lo primero que hago nada más llegar es inclinar mi cabeza de forma considerable. Estos molinos vistos de tú a tú son ciertamente grandes, desde abajo se pierden en gran medida las proporciones. Si Cervantes hubiese conocido estos mastodontes, sabe Dios lo que hubiera escrito.

Los demás están contemplando a vista de pájaro la llanura que hay a sus pies. Creo que estudian el itinerario de la ruta sobre una bonita panorámica de todas las chinchetas que tenemos clavadas en el mapa. Como en gran medida es a mi a quien están esperando, yo mismo pongo la situación en alerta y rápidamente iniciamos el descenso. Si antes en el tramo de grava para subir había que andarse con tiento, ahora para bajar, la situación requiere de una mezcla de pericia, habilidad, sentido común y miedo. Ahora no es sólo una rueda la que flota, sino las dos, hay que negociar muy bien en la curva con los frenos.

Ahora vamos a por la segunda chincheta, los molinos de Consuegra. Al contrario de cómo se encontraba el estado de los caminos en la ruta de la semana pasada, en esta están hechos una auténtica alfombra, quitando un par de tramos que son los que transcurren en las proximidades a las sierras del Puerto y la Sevillana. Pero, vamos, para que me entendáis, nuestros culines han pasado una jornada de merecido relax. A lo que iba. Una vez nos dirigimos a Consuegra, lo único destacable a parte del buen estado del camino, fue la rapidez con la que transcurrió este trayecto y lo más importante, es un placer para los sentidos recorrer las calles de una localidad llena de historia en la que entre el pasado y el presente hay una delgada línea que casi se puede tocar. No hace falta que el cerro Calderico (que es donde nos dirigimos ahora) hable, porque cada uno de sus molinos, su castillo y hasta cada una de sus piedras tiene una historia que contar. Pocos rincones hay en esta tierra que hablen tanto de nosotros, de quienes fuimos, de quienes somos y, tal vez, de quienes seremos.

La subida al cerro Calderico es una cuesta muy tendida en la que el esfuerzo se puede dosificar y te permite con poco trabajo, acomodarte a un ritmo y de paso, por qué no, disfrutar con las vistas que te regala el paisaje, tanto por encima como por debajo de ti. Mientras tanto, Bisagrilla, Luismi Y Magnocola subían como meteoros hacia el castillo, ni que los persiguiesen las hordas sarracenas…. Los únicos que parecían tomárselo con más tranquilidad éramos Cikitraka y yo, al fin y al cabo subimos casi todo el camino de chachara.

Ya una vez arriba dedicamos unos breves 5 minutos a deleitarnos con nuestros escasos y lacónicos víveres, que aunque no sacian, sí sustentan. Entre tanto y en un tiempo muy aprovechado nos dedicamos también a entablar relaciones sociales con un grupo de tres ciclistas que decían ser de Villafranca. Otra cosa no seremos pero afables y comunicativos, sí.

A la bajada decidimos dar un rodeo al Cerro Calderico por su lado sur y empalmar así con el camino de Puerto Lápice. El tiempo una vez más se nos muestra complaciente, no hace falta llevar prisa, es muy buena hora, son poco más de las 10 de la mañana y estamos en el ecuador de la ruta…..Nada, ni caso, a toda castaña con el aire de costado. Mira si lo pensaré veces: “Vahh, esta va a ser tranquila porque es muy llana”. Pues no…. De tranquila nada. Estos chicos en cuanto les das una poca cuerda y los sueltas, van como locos. ¡¡Vamos, vamos, vamos, correr, correr, correr, llegar, llegar, llegar….!! Es broma, en realidad no es así, porque aquí estamos todos metidos en el ajo, somos cinco y debe de haber armonía.

A medida que nos vamos acercando a Puerto Lápice se va notando que el firme del camino se va postrando cada vez más áspero e inestable, pero que mejor remedio que volar a 35 km/h por encima del manto de piedras. Sencillamente porque deprisa, todo se hace más leve.

Ya una vez en las postrimerías de los cerrillos del Puerto, levantamos un poco el pedal. Damos un poco de tregua a nuestro sistema cardiopulmonar a reponer el aliento, pues encima de nosotros está la tercera chincheta del mapa. Como todas los ascensos del día, asfalto y pendiente no pendenciera. Esta vez subimos todos un poco más recogidos y no hay tantas diferencias de espacio de unos a otros. Se empiezan a notar ya los primeros síntomas de cansancio. Como es casi habitual, el primero que llega espera a los que vamos detrás y, así hasta que nos juntamos todos arriba, de esta forma emprendemos juntos el descenso hacia el la zona urbana.

A partir de aquí el ritmo se relaja un poco, nos apiñamos los protagonistas del asunto y es el momento idóneo para iniciar un diálogo democrático en el que todos tenemos oportunidad de participar y del que todos somos soberanos. De semejante guisa comenzamos a flanquear el camino de la Sevillana, todos juntitos, eso sí, siempre hay uno que va el primero y otro que va el último. El macho alfa es el macho alfa.

Una vez coronada la parte alta de la Sevillana y en cuanto nos disponemos a descender los primeros metros, nos encontramos a dos compañeras bikers, Meme y una amiga. Ambas con un pequeño apuro de carácter mecánico en una de sus bikes. Inmediatamente nos detenemos y procedemos sin dilación a prestar nuestra desinteresada ayuda que seguro estoy, fue bien recibida.

Proseguimos pues, a través del mismo camino con destino a nuestra última chincheta del mapa, los molinos de Herencia.

A nuestra entrada en Herencia y casi a los pies de San Cristóbal, Cikitraka decide romper con el protocolo de acompañamiento que hemos llevado durante toda la jornada y se va solo hacia el molino de Parra. Los otros cuatro que quedamos seguimos con nuestro empecinamiento de terminar el plan. Ya que estamos aquí a 2 km del final, no vamos a cambiar de opinión tan fácilmente. En eso que, justo enfrente de nosotros divisamos a un grupo de ciclistas que se nos acerca…..si son los chicos…!! Nuestra cantera en pleno y el Esparraguero comandando el equipo. Después de un somero saludo a nuestros compañeros, continuamos hacia nuestra última cita.

No sé qué pasa con esta cuesta, que cada vez que llegamos aquí con pretensiones de enarbolarnos en su cima, llevamos en el cuerpo no menos de 70 u 80 km. Desconocemos lo que es su ascenso sin sensación de abatimiento y postración, cuesta por tanto perderle el respeto a tan tediosa pendiente. Lo necesitamos y no cesaremos en el intento de tomarla sin tal ánimo, lo que pasa es que, el “guardián” que hay arriba nos tiende trampas una y otra vez para que nos quede claro que este territorio es coto vedado y que se hará rendir tributo a todo aquel mortal que pretenda con total resabio encaramarse en la morada de un Dios.

domingo, 18 de marzo de 2012

3º PRUEBA DEL OPEN

Este es el culpable de todo lo que nos pasa, que persona más desastre, esta vez se le olvida poner el dorsal en la bicicleta, y claro está que no lo van a esperar a el, y de que nos dimos cuenta había empezado la prueba y la habían empezado sin nosotros, joder, así no hay quien gane una ciclo, en cuanto a  Eduardo le teníamos que estar dando palos desde por la mañana hasta por la noche.

jueves, 15 de marzo de 2012

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PLANIG DOMINGO 18 DE MARZO

Para nuestros compañeros más competitivos (08:00h en la Plaza):

- III prueba del Open Ciudad Real en Membrilla.

Para los que se quedan aquí (08:30h en la Plaza):

- Coloraizo
- Puerto Lápice
- Camino de Valdehierro
- Cuatro caminos
- Vuelta por mismo sitio

Para los que elijan madrugar una hora antes (07:30h en Plaza Cervantes):

- Ruta de los Molinos (Madridejos, Consuegra, Puerto y Herencia)

martes, 13 de marzo de 2012

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CRÓNICA DE UNA RUTA ANUNCIADA


Toque de diana, las 05:45 h de la mañana y el despertador dice que ya es la hora. No han sido muchas las horas de sueño, más bien escasas, pero hay que levantarse con alegría, pues la faena que hoy aguarda es complicada y trabajosa. El protocolo no cambia, es el mismo ritual de siempre, salvo que esta vez la dosis de cafeína es algo mayor. Un último vistazo a la bike para comprobar que todo está bajo control y, up! Fuera de casa.

Que alegría, estamos más de los que en un principio cabía de esperar. Mejor así, eso es señal de que va a ser una ruta de lo más distendida.

Son las 06:30h, todavía noche profunda y aunque pardos, no vemos como los gatos, por eso llevamos focos, para movernos en la oscuridad con sigilo como estos. En la calle no hay movimiento, todo está en calma, parece que somos los únicos despiertos en medio de una ciudad dormida, sólo unos cuantos descerebrados como nosotros se les ocurre madrugar a esta hora tan caprichosa para marcarnos semejante guisa.

Comenzamos, como viene siendo casi habitual, remontando el camino de la Sevillana y enseguida un escalofrío nos rodea poniéndonos de manifiesto que el Invierno impone su riguroso toque y, es que, algunos prisillas vamos ya con el litúrgico envoltorio primaveral, pero eso no amedranta a nadie porque sabemos que la primera subida templará lo suficiente nuestra sangre como para darnos el calor que necesitamos. Además, la jornada va a ser larga y barrunta calor a media mañana.

Ah, y cómo se me iba a olvidar lo principal:

Protagonistas: Magnocola, Cikitraka, luismi, Louisito, Angel Antonio, Okta y Horus.
Alicientes: Los justos, los necesarios y los de esa mañana.
Planes: 125 km de incertidumbre y buen rollo.
Ingredientes: Todos con el mismo ánimo, las mismas ganas y con la misma sangre.
Panorama: Una mañana fresca, despejada y entera para nosotros.
Las máquinas: Fieles, sincronizadas y afines a nuestros cuerpos.

Llegando a Puerto Lápice, se empiezan a apuntalar ya los primeros esbozos de lo que va a ser un nuevo día, el cielo quiere pintar un azul celeste totalmente despejado, pero aún es pronto, aunque, como todos los nacimientos, es muy confortable ser testigo de cómo esto ocurre. No te cansas nunca de verlo. Es alucinante ser sólo hombres y disfrutar de cosas tan grandes.

De las siete almas que hemos salido, Cikitraka decide cambiar de camino y hacerse una ruta particular él solito , pero los demás proseguimos la marcha. A estas alturas nos encontramos en Puerto Lápice y se está empezando a levantar una suave brisa matinal que sin llegar a ser amenazante decide ponerse de nuestra parte y darnos un empujoncito. De repente, se empiezan a escuchar multitud de sonidos metálicos que rompen la monotonía del itinerario; son los rugidos de nuestras transmisiones que enfurecidas suben coronas a toda velocidad para adaptarse a la pendiente que tenemos enfrente. Iniciamos así la tortuosa subida a los molinos del Puerto. Dios mío, este sendero está cada vez peor, es casi como trepar por la dentadura de un tiburón, solo que en este caso todos los dientes están sueltos. Menos mal que la tortura dura poco, aunque, eso sí, los motores hasta llegar arriba han consumido una ingente cantidad de rico y útil combustible, pero para eso hemos venido y estamos preparados, es parte del juego y en este juego a los ases en la manga sabemos cuándo darles uso.

Tras coronar los Molinos iniciamos un fulgurante descenso a través del camino que, más que camino, es una pista rápida de velocidad y que se dirige hacia las sierras.

La brisa ya se ha convertido en viento, que aunque sin llegar a ser fuerte, se nos manifiesta como aliado. Mejor así, estas cosas mejor ni se discuten.

A golpe de biela llegamos a la casa de Don Luís, donde giramos a la derecha para apuntarnos otro tanto. Otro diente de sierra de los muchos que tiene el recorrido. Un pequeño rincón que esconden celosamente las sierras. Una joyita a la que reverenciamos con el máximo respeto cada vez que pasamos por aquí y que son de las cosas que nos motivan a seguir viniendo por estos lares una y otra vez.

A medida que avanzamos en silencio nos deleitamos con el ininterrumpido canto de multitud de pájaros que hay a nuestro alrededor. Así es como se manifiesta el bosque, con un auténtico recital de trinos mezclado con el sonido del viento al atravesar las ramas de los árboles. Entre otras cosas también hemos venido para esto, pero ahora nos toca subir el Tuerto. Es la primera gran subida de la mañana, la cual no se hace pesada porque es muy tendida y se deja llevar. Por esta zona prodigan muchos pinos, árboles prestados a este ecosistema hace más de 40 años como fruto de una reforestación.

Llegamos al final del camino y sin parar damos la vuelta para no perder mucho tiempo. La bajada es una auténtica alfombra, un firme en perfecto estado que no impide que nos divirtamos bajando como una exhalación. Enfrente de este camino y en su cruce con el camino de Valdezarza, despega el ramal de ascenso al camino de la Capitana, que con su pendiente del 23% de tierra y piedra suelta te deja cuando llegas arriba con menos aliento que un pez fuera del agua. Ahora queda hasta el camino de Valdehierro un rompepiernas que hay que tomárselo con total discreción, pues esa subidita del diablo te ha rejoneado igual que a un toro.

Todo marcha según lo previsto, el reloj dice que vamos bien de hora, así que lo mejor es andarse con cautela y no con prisa, tenemos el factor tiempo controlado, sigamos así.

De nuevo nos adentramos en otro pinar, esta vez estamos en el camino de los colmenares. Recibe este nombre porque hasta no hace muchos años en esta zona había instalados varios colmenares destinados al cultivo de la miel, pero que ahora evidentemente, como otras muchas cosas, han desaparecido de nuestros bosques. Con lo útiles que son las abejas para cualquier ecosistema. Las Administraciones podían haber gastado….mejor dicho, invertido el dinero público en estos menesteres y no haberlo malgastado en tantas cosas superfluas e innecesarias, al fin y al cabo, lo que es bueno para la naturaleza es bueno para nosotros.

Nos volvemos a incorporar al camino de Valdezarza dirección al acceso al camino del Cenicero, otra gran subida, que como la del Tuerto, se muestra dócil y nos permite una vez más disfrutar de lo que nos rodea. La escasez de lluvias de esta temporada ha mermado mucho el nivel del embalse que hay entre las dos vertientes. Este verano no sé qué va a ser de él. Una vez arriba hacemos una breve parada para comer algo y reponer fuerzas.

Esto aún no ha terminado, nos quedan más de 22 km para llegar al ecuador de la ruta y ahora sólo llevamos 40 km. Las piernas siguen respondiendo, será que no lo estamos haciendo del todo mal.

Nos dirigimos ahora al Alto de Consuegra (cruce de los cuatro caminos) y se van sucediendo continuamente entretenidas conversaciones entre nosotros, señal de que hay que romper un poco con el monótono movimiento de biela. Así y sin enterarnos llegamos a la puerta canadiense que abre el camino de Consuegra. Comenzamos a bajar a través de una rápida pista que nos viene de perlas para coger aire y lo terminamos haciendo por un camino asfaltado. 10 km de descenso y de pedaleo ligero que nos ayudan a soltar los músculos y quemar un poco de lactato, hay que quitar todo el lastre posible.

Cual grata sorpresa tuvimos cuando terminando el descenso de camino de Consuegra y como estaba anunciado, nos cruzamos con nuestros compañeros del turno de las 08:30h. Ellos subían por donde nosotros bajábamos. Fue un encuentro muy fugaz en el que algunos gritos de complicidad sonaron al unísono y , es que, da mucha alegría encontrarte con los tuyos en mitad de donde a nadie le importa.


El viento de momento sigue agasajándonos situándose a nuestra retaguardia, ya veremos a la vuelta…..

Enseguida llegamos al final del camino asfaltado para cambiar de dirección hacia el Valle la Galana. Se nota que ha sido un invierno seco, la falta de hidratación ha resecado demasiado la piel de la tierra, las asperezas quedan latentes, el camino está roto. Nuestras posaderas automáticamente se hacen eco de la situación, miles de impactos las agreden sin poder hacer nada para evitarlo y, lamentablemente es una de las pautas que van a marcar sin remedio todo el viaje de vuelta a casa. Es un daño colateral que tenemos que asumir con resignación, pero no pasa nada, mañana no nos acordaremos.

El Valle la Galana es una zona que técnicamente no entabla ninguna o poca dificultad, pero cuando llevas casi 60 km en las piernas, la verdad, no puedes evitar desviar tus pensamientos a que tal vez hoy te podías haber quedado en la cama con la excusa de que no te ha tocado el despertador, o bien por qué no has salido con los del grupo de las 08:30h……En fin, todos somos humanos, estas cosas pasan, son otro síntoma de la complejidad de nuestras mentes. Pero qué carajo, palos con gusto no duelen.

Por fin en la casa de los forestales el primero en llegar decide parar y hacer una pausa. Menos mal, porque si no para él ninguno lo hubiéramos hecho. Bendita parada, viene muy bien, más de uno la aprovechamos para degustar algún que otro brebaje azucarado. Vamos, rápido, prosigamos, que el tiempo no perdona. Sin prisa, pero sin pausa, reanudamos la marcha por el carreterín de Urda hacia el camino que sube por la espalda del Alto de Consuegra. A estas alturas el que más o el que menos ya hemos conectado el piloto automático, ahora funcionamos de forma más mecánica que cuando salimos por la mañana, el cansancio está haciendo mella y tenemos que controlar el ritmo y las pulsaciones. Es la única forma de llegar a buen puerto y completar los 55 km que quedan.

Se va haciendo todo cada vez más pesado, las reservas de glucógeno van agotándose paulatinamente, los niveles de acido láctico van subiendo en nuestros músculos, todo parece volverse en nuestra contra. Ya no cuenta lo que vamos avanzando, sino lo que nos queda. Comienza la cuenta atrás, sí, pero hay un factor muy importante a tener en cuenta, la obstinación. Esa fuerza que te mueve en los casos más extremos, la respuesta a muchos: Qué. Cómo. Pero…. Sí, esto suena bien, solo que nosotros ya estamos acostumbrados a echar mano de este último recurso, aunque a sabiendas de que no se puede estirar ni lo más mínimo y que, evidentemente es algo que te limita.

Todos han llegado antes que yo a arriba. No sé si están mejor que yo o si lo que pretenden es no llegar hasta el final, o quizá ambas cosas. Una vez que llego arriba decido no parar y los que están pendientes de mi llegada me miran, yo asiento con la cabeza. Toda una manifestación de voluntad por gestos. Sin palabras.
A partir de ahora todos los esfuerzos van a tener censura, esto sí, esto no, esto se permite, esto no……
Parece un poco exagerado, pero es verdad, sólo lo parece.

Hemos llegado a Fuente el Umbrión y nos encontramos con un montón de ciclistas de Consuegra y de Camuñas. Como conocemos a unos cuantos y mientras llenamos las camel, entablamos diálogo con ellos, ya sabéis: “De dónde venís….”Hacia dónde vais….”Adios…”

Seguimos nuestro camino y al poco de enlazar con el camino de Valdehierro Luismi tiene que parar a reparar un pinchazo que le trae en jaque desde la casa de los forestales. Hemos perdido 10 minutos pero el respiro no le viene mal a nadie.

Iniciamos un descenso de 5 km hacia nuestro próximo destino, los Campanarejos, y de nuevo otro suplicio para nuestro trasero, de por sí que no venía ya maltratado de la otra sesión, ahora, zas, otra dosis. Dueleee!!! Pero lo malo es que hasta el camino de San Isidro va a ser así, nada más y nada menos que 12 km de castigo pseudo masoquista….aún lo tengo dolorido.

Una vez en Puerto Lápice nos disponemos a coger el camino del Almaén a través de la vía de servicio de la A4. En este momento nos damos cuenta que el viento, ha cambiando de bando, colocándose a nuestra contra. En cierta medida nos afecta mucho la traición de tan etéreo elemento, ya las fuerzas van muy bien medidas, pero la suerte está echada y a estas alturas el destino de la ruta queda sellado.

Proseguimos la marcha, al menos sólo hay que mantener un ritmo sin altibajos y aguantar. No es difícil, pero hay que hacerlo. Si hemos aguantado bien hasta aquí, lo demás es pan comido. Hemos perdido parte de la percepción de lo que nos rodea que traíamos al principio, ahora sólo miramos adelante, hay que llegar al pueblo, es nuestro siguiente punto en el camino, la cosa no acaba ahí.

A la entrada de Herencia bajamos el ritmo y en eso que Lousito, Ángel Antonio y Okta deciden dar final a la ruta y quedarse en casa. Es una tentadora alternativa a la que es difícil oponerse, pero no se les puede achacar nada porque se han comportado como leones en una lucha sin cuartel frente a ellos mismos. Para casi todos ellos este va a ser su bautismo en las rutas centenarias. Será seguro una buena lección si saben sacarle partido.

Quedamos tres tipos duros y determinantes, o quizá debería decir tres pirados, No sé….de cualquier manera la ruta continua y Magnocola, Luismi y un sevidor estamos dispuestos a poner nuestra carne en el caldero para llegar hasta el final.

Subir los molinos de Herencia cuando se llevan 120 km a las costillas es un acto de los que os aconsejo probéis de vez en cuando. Una sutil tortura que profundiza en tu cuerpo como un plomo en el agua, pero lo bueno de todo esto son dos cosas, la primera es que siempre aprendes un poquito más a cerca de los límites de nuestra capacidad física y psíquica, y la segunda, que a la semana siguiente quieres más. Qué tendrá la adrenalina en sangre…

Gracias a todos los que habéis aguantado de ”PE” a ”PA” este parrafito y especialmente a todos los que hemos compartido aliento en esta larga aventura que, si Dios quiere, no será la última.

lunes, 12 de marzo de 2012

2ª PRUEBA DEL OPEN

 Eeeeeee. hay lo pone, una gran carrera y nuestro compañero RAFITA, y lo pongo con mayúsculas por que se lo merece, llego el primero de las categorías cadete y júnior, todo un maquina del que nos sentimos muy orgullosos, en cuanto a la ruta fue una buena ruta, muy bien organizada y con un terreno muy ciclable, muy entretenida y rápida de rodar, total un diez.


viernes, 9 de marzo de 2012

2ª PUNTUABLE DEL OPEN

ESTE FIN DE SEMANA AFRONTAMOS LA 2ª PUNTUABLE, ESTA VEZ EN ALMAGRO, NUESTROS COMPAÑEROS DEL LOLO SANROMA NOS TENDRÁN PREPARADA UNA RUTA DIGNA DEL EVENTO, ASÍ QUE A LAS 7:45 SALIMOS DESDE LA PLAZA DE ESPAÑA, QUE NADIE SE DUERMA NI SE RETRASE, QUE TENEMOS QUE LLEGAR A TIEMPO DE CALENTAR UN POCO

jueves, 8 de marzo de 2012

DOMINGO 11 DE MARZO

Aunque habrá otra opción de ruta (no apta para cardiacos), ésta va a ser la oficial. Cubre un recorrido de 75 km con 780 m de ascenso y como mucho a las 13:00h estaréis en casa. la salida será a las 08:30h desde la Plaza de España.

Es probable que en algún punto del recorrido coincidan las dos expediciones

- Herencia
- Camino Almaén
- Camino ruta del Quijote
- Cañada Real
- Valle la Galana
- Cuatro caminos
- Camino de Don Luís
- Sevillana
- Herencia

lunes, 5 de marzo de 2012

1ª PUNTUABLE DEL OPEN





L a primera prueba puntuable del Open este año la hemos realizado en la Solana, en una mañana en la que el buen tiempo fue la nota predominante, y con un recorrido que hicieron las delicias de los que allí participamos, prácticamente todo el recorrido se centro en los montes de San Carlos del Valle, con continuas subidas y bajadas, trialeras de bajada que ponían aprueba la habilidad de los participantes y un tramo de llaneo hasta la Solana en el que los grupos de competidores pudieron machacar y dar hachazos propios de la competición, en total muy buena ruta muy buen ambiente muy buena organización, total un diez para los Solaneros




jueves, 1 de marzo de 2012

1º puntuable del OPEN

Comienza el OPEN 2012, y la primera pueba la tenemos en la Solana, todos los que participamos en la prueba nos juntaremos en la Plaza de España a las 7:30 para salir hacia la Solana, procurar estar diez minutos antes mejor que diez minutos despues, a no ser que querais ir por vuestra cuentra.