martes, 21 de septiembre de 2010

LA COLOSUS DE VILLAJOYOSA

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Este fin de semana nos hemos desplazado a la Vila Joiosa, ciudad residencia de nuestro amigo Toni (PAPERO) y cuartel general del grupo Rutometro, después de un viaje pasado por agua y una llegada de parte tarde a la localidad, nos dirigimos al Hotel Allon Mediterráneo, que se situaba en primera línea de playa, en la llamada playa Centro, ya que está situada en el centro de la ciudad, playa de arena dorada y de aguas calidad con algo más de un kilometro de larga y donde se encuentran un sinfín de servicios lúdicos, bares y restaurantes, como simbólico, las casitas de los pescadores, casas estrechas edificadas en dos plantas y pintadas de infinidad de tonos de color, los cuales corresponden a los colores con los que pintaban sus barcas pesqueras, situadas entre calles estrechas y de difícil acceso en coche, estas calles solo se pueden recorrer andando, La Vila como popularmente se le conoce en su entorno es una ciudad de matices que pasa del gris acero de la madrugada al naranja del atardecer, donde el azul del cielo se une al azul del mar y al azul de la mayor parte de las casas de los pescadores. El rincón del Viajero propone recorrido desde el Racó del Conill hasta el Xarco, una costa de aguas de color turquesa capaz de contentar a los amantes del mar y de la naturaleza. A las seis y media de la mañana, era la hora de quedada por la mañana del sábado para empezar la ruta del colosus, ruta a la que acudió de cada casa el mejor, bueno nosotros también llevábamos nuestro machacas, después de que Toni y su organización nos preparar comida para toda la jornada, salimos dirigiéndonos por el centro de la ciudad en dirección de las primeras sierras que destacaban a espaldas de la Vila, cuando empezamos a coger campo nos dirigimos a una senda bastante atractiva con algunos puntos de difícil acceso en los cuales era inevitablemente poner pie en tierra, pero sobresaliente en diversión, luego nos dirigimos a las subidas tan graciosas que nos preparo el que dice ser amigo nuestro y pasando por cortados y caminos anchos con mucha piedra suelta y unos desniveles como para teleférico (subida donde me pegue un porrazo) llegamos a la parte más alta donde recompusimos el grupo, para empezar a bajar por unas trialeras de muerte con un grado de dificultad diez en donde Luismi rodo como una pelota, con unas rocas que te obligaban a bajarte de la bici y con unos cambios de dirección que te hacían de pegar unos frenazos de los que te sales por encima del manillar, eso sí siempre, limitando con unos cortaderos que si te caías te tenían que rescatar con helicóptero, después de una subida de carretera, Moyi tomo un atajo para llegar al pueblo de Sella donde se uniría otra vez al grupo, aquí nos separamos del grupo Yo, Pink Floyd y Juan Carlos con la intención de volvernos a la Vila que era lo que teníamos pensado desde el primer momento, para poder comer y disfrutar también un poco de playa y piscina, a nosotros y como una sorpresa se nos unió Luismi porque estaba bastante dolido de dos caídas que había sufrido en la bajada de las trialeras, y Horus que ya el día antes tenía sobrecarga muscular y desde los primeros kilómetros de la ruta estuvo desfigurado no pudiendo tirar de pedal, Vulcano y Biker fueron los que siguieron y terminaron la ruta, nosotros disfrutamos de una bajara por una camino ancho que nos llevo a Sella, un pueblecito en mitad de las sierras muy bonito y pintoresco, desde ahí hasta la Vila veinte minutos de carretera en la que soltamos un poco las piernas llaneando.
El domingo nos encontramos en la puerta del Hotel a las ocho de la mañana, cual seria nuestra sorpresa cuando fuimos a recoger las bicis, la de Pink Floyd había reventado la cubierta y era el primer nominado para no salir, después de buscar una solución y puesto que Luismi no saldría a consecuencia del golpe del día anterior, decidimos de ponerle la cubierta de su bici, una ruta Ling, pero muy bonita por los acantilados de la costa, pasando por una infinidad de calas paradisiacas y rocosas como la de la caleta y el Xarco, que desde arriba de los acantilados era una postal digna de los mejores recuerdos de la Vila, después de la subida a una torre que no me acuerdo como dijeron que se llamaba, bajamos por una trialera en la cual le cogí la rueda a Toni y la baje como un campeón, en esta misma trialera fue donde Horus también cato el suelo y se desolló el codo y algún rasguño que otro más, desde esta bajada y llegando al final de la Vila, se unía Benidorm donde dimos un paseo hasta el mirador y con las protesta de la gente a las que por momentos podíamos molestar, nos metimos por las calles peatonales del centro de Benidorm con la chulería de no bajarnos de la bici y conseguir que la gente se apartara a nuestro paso, desde aquí y sin entretenernos mucho otra vez al Hotel, a tiempo para darnos un baño y recoger todo antes de la comida, una fidegua que nos tenía preparada Papero en el bar de un amigo suyo y que sirvió de despedía, aunque algunos nos hubiéramos quedado un poco mas con nuestro amigos.

Nada Toni, Jero, Moyi, Mariano y tantos otros con los que hemos compartido ruta este fin de semana un saludo desde la Mancha y muchas gracias por hacernos sentir también durante estos dos días.

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