lunes, 24 de mayo de 2010

DE MIGOLIVA AL VASTO

Salimos de la portá a la hora de costumbre. La mañanita que nos esperaba es de las que siempre se recuerdan con buen agrado, dulce, que no empalagosa. La primera cuesta en la Sevillana la afrontamos con tranquilidad, nos quedaba mucho por subir y no íbamos a tirar la casa por la ventana a las primeras de cambio, y así con la misma armonía llegamos a los pies del Mingoliva, donde ya le empezamos a meter carbón al calderín, pues había que adaptarse sin más remedio a su desnivel. Arriba en la cima, una suave brisa nos seducía de tal forma que costaba trabajo renunciar a sus encantos, tanto es así, que decidimos que era en ese preciso momento cuando íbamos a tomar un tentempié. Una vez ya abajo Rulín, Cikitraka y Magnocola deciden regresara a casa por asuntos de compromiso. Los demás continuamos nuestra marcha hacia el Vasto (según lo planeado) a un ritmo sin sobresaltos. Es un auténtico placer atravesar la senda que va desde Valdehierro hasta la primera cuesta del Vasto, pura naturaleza salvaje llena de vida en donde ninguno de los que íbamos fue capaz de pronunciar una palabra con tal de no romper la armonía reinante.
Bueno, ha llegado el momento, se puede decir que habíamos venido para esto, escalar el Vasto, 1145m. de altitud. Tres largas y empinadas alfombras a nuestros pies nos esperaban para ser flanqueadas. Al principio acojona, se va a poner aprueba el límite de nuestra capacidad física pero como sabemos que la peor parte de la pendiente está en nuestras cabezas, no nos dejamos amedrentar e iniciamos con decisión la subida, no se nos resiste nada. Ha costado trabajo, pero el esfuerzo ha valido la pena. Ahora, en la cumbre del Vasto nos detenemos para inmortalizar el momento en el cual estamos un poquito más cerca del cielo. Lamentablemente el tiempo es nuestro guardián y tenemos que regresar a casa, eso sí, casi todo cuesta abajo y cuando digo casi todo es porque el último tramo decidimos hacerlo por la Sevillana.
En Puerto Lápice no encontramos con nuestros paisanos del Fussion Team, que venían de la Cañada Real. Con ellos vamos en compañía hasta el comienzo del remonte de la Sevillana, donde los dos grupos no separamos cada uno por nuestro lado. Finalizando la subida de la Sevillana Horus tiene el primer y último percance de la mañana, raja la cubierta de su bike. Imposible continuar, hay que llamar a Rulín para que lo vaya a recoger con el todo terreno. Los demás continúan con normalidad hasta el pueblo dando así fin a una jornada pletórica que nos ha dejado a todos un buen sabor de boca.
Datos de la ruta:
Distancia: 71 km Aprox.
Tiempo de pedaleo: 04:10 h Aprox.
Veloc. media: 18 km/h Aprox.
Ascenso acumulado: 1052 m Aprox.

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